Y me maté el día que me separé de ti, porque de mi alma no quedaba nada si no era contigo. Nunca volví a ser la misma, nunca volviste a ser el mismo. Estando juntos éramos ese todo que la gente busca, esa irrealidad vuelta realidad en tan sólo un beso, una caricia. Éramos un alma dividida en dos cuerpos que cuando se unían formaban el universo mismo, el infinito más grande de todos. Necesito esa vida que tan sólo me da tu sonrisa.